Como algunos sabrán (probablemente los que me leen desde el primer día) me gustan los cómics, el animé, series animadas de distintos tipos y todos esos programas que me ha costado trabajo que mi esposa se anime a ver.
De hecho logré que viera un clásico conmigo: Death Note. Aunque en reuniones le cuesta trabajo aceptarlo la serie le gustó, se emocionó y sufrió con cada giro de la historia.